martes, 7 de junio de 2011

68. AMISTADES FRONTERIZAS...

Es cierto, siempre es algo que les pasa a los demás, que observas desde lejos, o desde más cerca, pero de lo que, de todas formas, no formas parte... Siempre comentas "Son mayores, pueden discernir el bien del mal, como dirían los curas, y mientras se mantengan en lo platónico, no pasa nada..." Señores, por favor, un poco de seriedad: el "famoso amor platónico" no es más que un amor físico, que no responde a los instintos ni a las reglas habituales... y que de momento no ha tenido la ocasión de satisfacerse... Un departamento de comunicación de un gran hotel, como el nuestro, engloba a personas de todo tipo, hombres, mujeres, gays, heteros, bisexuales, también implica la colaboración con los departamentos de marketing, publicidad, recursos humanos,  por lo que surjen algunas aventuras, y siempre que no haya problemas o disminuciones en el rendimiento, la dirección no se mete en ello...

Pero en el primer trimestre de 2001, tuvieron lugar dos pequeños escándalos en nuestra comunidad: el romance de Natalia Sánchez Álvarez (RRHH) con Cristiana Puerto Segura (Finanzas)... y el romance de Kenji Watanabe (el implacable y frío observador de la realidad) con la becaria Ayumi Mishima, (recién enviada por la central para hacerse cargo del nuevo proyecto de restaurante sushi del Hotel), y que por cierto me dio noticias de Ayako Wada: estaba esperando su primer hijo, aunque añoraba irse de tapeo y de finos con nosotros, por la Calle Larios... Lo de Natalia y Cristiana no sorprendió a nadie: las dos hermosas como recién escapadas del Olimpo, con esa clase de belleza natural que no necesita ningún aditivo o mejora artificial... Tuvieron que viajar a San Sebastián para impartir un seminario sobre las nuevas técnicas de motivación del personal, con otros dos compañeros que tratarían de la relación con el cliente de empresa y las instituciones... Las sesiones de trabajo comenzaron el viernes por la tarde, y se prolongaron hasta la mañana del domingo, y en conjunto fueron muy agradables en los salones del Hotel María Cristina, sobre todo porque los equipos eran pequeños al estar comenzando las actividades en el nuevo Hotel; y tenían la impresión de estar luchando por implantar algo nuevo, una metodología de trabajo recién traída desde Japón.

Desde la primera noche compartieron habitación, pero "no pasó nada", tal vez por el cansancio, se turnaron para darse una ducha de agua bien caliente, que tampoco tenían tiempo para un baño, puesto que era la hora de cenar, y luego, solo apetecía una copa de coñac, y mirar un poco la tele, tumbadas boca abajo en las camas... ¿Cómo imaginas la hermosura de una diosa, algo así como Laetitia Casta de joven, combinada con Estella Warren, y el toque sensual de la boca de Claudia Schiffer? Bien, pues si no lo imaginas, tendrás que buscar esas fotos: Natalia y Cristiana eran posiblemente las dos mujeres más hermosas del Hotel Imperial... Y se observaban de reojo, tumbadas sobre las colchas, con sus camisones de raso y lencería... era la primera vez que compartían habitación, por supuesto, y que estaban tanto tiempo juntas sin nada que hacer, al margen de ver la televisión... y hablar, de sentimientos... Natalia, con su impresionante metro ochenta y su larguísima melena negra, estaba más acostumbrada que Cristiana a llamar la atención, y ya había tenido un par de experiencias lésbicas previamente. Cristiana, de melena rubia hasta la mitad de la espalda, quizás un poco más rellenita, de piel muy blanca, pero de todas formas, muy hermosa... casi un sueño húmedo de cualquier adolescente... masculino...

Algo me contaron, un par de meses después, cuando no les importaba el qué dirán, y una de sus canciones fetiche era "Mujer contra mujer"... Es cierto, teniendo en cuenta lo hermosas y deseables que eran las dos, no podía evitar el típico comentario machista, "qué desperdicio", pero no era cosa mía el juzgarlas, siempre y cuando no incomodase al resto del equipo: por eso, les recomendé que se abstuvieran de cierto tipo de gestos demasiado íntimos en público, como abrazarse o besarse durante el tiempo de trabajo, aunque no puse ningún inconveniente a las caricias, o quizás un ligero beso... Por aquél entonces, me refiero al año 2001, todavía eran muy numerosos cierto tipo de "machos heterosexuales" que disfrutaban humillando a los demás; pero la decisión de la empresa era primar el trabajo sobre las orientaciones personales; por lo que la Dirección despidió a dos becarios de finanzas por sus comentarios sexistas y discriminatorios... Cuando escribo estas líneas, todavía siguen juntas, y tienen la típica parejita, gestada mediante donante anónimo, que están creciendo rodeados de amor... Yolanda y yo fuimos a la boda, en 2003...

Lo de Kenji Watanabe me sorprendió muchísimo, sobre todo porque él tenía cuarenta años, y ella, veintiséis cuando se conocieron. Ayumi Mishima había nacido en una buena familia de Kyoto, la menor de cuatro hermanos, pero ya desde pequeña decidió decantarse por el mundo de la restauración: por eso asistió a la mejor escuela primero de su ciudad, y luego de Japón, para aprender las mejores técnicas de preparación del sushi y del sashimi. Por su maestría, la contrataron para el Hotel Imperial de Málaga. Todo en ella era espectacular; su cutis perfecto y delicado, con una pizca de polvo de arroz; su agilidad y destreza en el manejo de los cuchillos; su ropa, cuidadísima; su fulgurante rapidez a la hora de preparar los platos... Incluso en sus dos disciplinas era posible innovar, aunque por principio se negaba a utilizar tácticas que generasen un mayor sufrimiento en los peces. Ayumi formaba parte de un equipo de cocineros de prestigio, libraba tres días a la semana, y se ofrecía a los clientes la posibilidad de cenas privadas en las mini-suites.

Fue durante una de aquellas cenas, cuando se conocieron. Kenji estaba agasajando a dos inversores italianos, que deseaban instalar un restaurante italiano de prestigio en una de las zonas disponibles del Hotel de Benalmádena, y después de recorrer las instalaciones, eligieron cenar allí, a ser posible, el famoso sushi... Con un taxi, su ayudante y los peces vivos que utilizarían aquella noche, además del pequeño carrito con los aditivos y complementos que pudieran necesitar, no tardaron ni media hora en presentarse en la mini-suite de los señores Ferrani y Crampone... Bajo la luz brillante, los movimientos de las hojas eran mucho más brillantes e hipnóticas, y de ellas salieron más de veinte platos principales y de acompañamiento. Los clientes quedaron super satisfechos, y también el señor Watanabe... Desde entonces, del "Da Nicola´s" es uno de los restaurantes mejor considerados en la costa...y viene gente desde Málaga hasta Marbella, para disfrutar de un restaurante que auna lo más nuevo y lo más tradicional... Y junto a él, se inauguró en 2003 un nuevo "Sushi Dojo", con el chef Wasazi Hironue. El mismo movimiento se produjo, hasta 2006, en todos los hoteles del grupo: ofrecer en ellos restaurantes temáticos variados, al margen de los ofrecidos por las cocinas de excelente calidad.... Y los fines de semana, se ofrecían a pecios más populares en los comedores del Hotel, los mismos productos que en los restaurantes temáticos...

Pero volviendo a lo que nos interesa, la relación entre Kenji Watanabe y Ayumi Mishima, no me enteré de nada hasta febrero de 2003, cuando me pidió que intercediera ante ella, para garantizarle que era una persona honrada, digna de confianza y con una sólida reputación... y ella me solicitó que hiciera lo mismo: ambos tenían familia en Japón, pero este tipo de gestiones era mejor que las efectuara un amigo. Unos días después, celebramos una pequeña ceremonia del té (para la que me había estado preparando mucho tiempo), y el siguiente paso, fue la boda propiamente dicha, que se celebró en un pequeño santuario shintoísta, el cuatro de abril del mismo año.

 A diferencia de la mayoría de las ceremonias occidentales, la ceremonia de boda japonesa es estrictamente para la familia y algunos cuantos amigos…. Esta ceremonia está llena de símbolos interesantes, como la especie de gorro que luce la novia y que vaya pintada de blanco para simbolizar su pureza y virginidad. Generalmente, la novia viste un kimono blanco, pero puede utilizar también distintos colores, a diferencia del novio, quien utiliza siempre un kimono negro. Según la religión japonesa, Shinto (sintoísmo), las ceremonias empiezan con un ritual de purificación, o shubatsu. Luego, el sacerdote u oficiante de la ceremonia recita una plegaria en japonés y se procede a lo que se conoce como sansankudo: los novios intercambian tres copas de sake para luego intercambiar los anillos.

Para finalizar, el novio debe leer sus votos en voz alta y la novia solamente añadirá su nombre para luego dar paso al brindis (con sake otra vez) entre las familias de ambos contrayentes.  Aunque esta ceremonia es bastante solemne, las celebraciones y banquetes que le siguen nos resultarían más familiares, ya que son generalmente una gran fiesta entre ambas familias y amigos, en las que es usual que la novia se cambie a un vestido de novia más occidental y hasta canten karaoke…. En este caso, ni el padre de Kenji ni los padres de Ayumi pudieron asistir, aunque presenciaron la ceremonia por teleconferencia... Y el viaje de bodas, como no, sería a Japón... 

1 comentario:

  1. nota: la información sobre la boda japonesa ha sido extraída de Wikipedia...

    ResponderEliminar