domingo, 21 de octubre de 2012

81. La decisión de Yolanda.

Incluso con dos niños en casa, sobre todo siendo Luis un pequeño terrorista en potencia, debo confesar que no  me extrañó demasiado la decisión de Yolanda, el mes de enero de 2004, de imprimir un cambio más o menos radical en su vida… al menos en el ámbito laboral.
A pesar de su creciente éxito en el ramo de la asesoría de empresas, yo llevaba unos meses notando que crecía en ella  la insatisfacción…
“Estoy cansada de hacer siempre el mismo trabajo”, me dijo, entre cambio y cambio de pañales de la pequeña Claudia… “Ya estoy incluso bastante harta de mi trabajo, de pasar todas las mañanas haciendo lo mismo… Hace ya demasiado tiempo que ha dejado de representar un reto para mí… Además, no me gusta juzgar a la gente, ni tener un poder desmedido sobre sus posibilidades laborales… Me gustaría dejarlo todo, al menos por un tiempo, y centrarme en lo que me llena de verdad, el trato con los menores en riesgo de marginación social… Me gusta trabajar con ellos, sentirme útil para la sociedad… ¿Tú que opinas, Ismael?”
 ¿Y yo, qué podía opinar, si sabía que de ello podía depender su felicidad? Afortunadamente, con el sueldo que estaba cobrando por mis tareas para el “Hotel Imperial” de Málaga, y también para el de Marbella, sin contar con las otras funciones que realizaba para la Corporación Natori Fujita, mis ingresos eran lo bastante elevados para permitirme incluso que ella dejara de trabajar si tal era su voluntad… Además, era plenamente consciente de su frustración, y de sus ganas de ayudar a los más desprotegidos… Por lo que le dí la única respuesta posible…
“Querida Yolanda… Creo que ha llegado el momento de que hagas lo que realmente te hace feliz… No hay nada más importante que dedicarse a perseguir tus sueños… Adelante, pues… Pero siempre y cuando no descuides tus funciones en esta casa, y con tu familia…” Esta última frase se la dije con el típico tonillo que utiliza un maestro de escuela… Por lo que tampoco me extrañó demasiado su reacción: pegarme una soberana colleja (creo que todavía me duele un poquito al recordarla)… y luego uno de esos besos de película para compensarme…
 Durante los primeros meses del año 2004, Yolanda se tomó por lo tanto un periodo sabático, pidiendo una excedencia en la consultoría para la que trabajaba, para reorganizar su vida y dedicarse de lleno a reformar su página web, pues tenía muy claro que era su mejor carta de presentación, además de una poderosa herramienta a la hora de ofrecer sus servicios como consultora independiente a determinadas autoridades e instituciones públicas y privadas. También se puso en contacto con varias ONGS que trabajaban con menores en situaciones de exclusión social… Y por último, se informó exhaustivamente sobre lo que en aquél momento se estaba haciendo en los colegios e institutos de Málaga y alrededores…
Lo que descubrió hasta el verano no dejaba de inquietarla: es cierto que estaba la figura de los orientadores escolares, pero la mayor parte del tiempo carecían del tiempo y de los medios necesarios para dedicarles a los menores toda la atención que necesitaban… Que no es suficiente con tener a una persona en los centros escolares, también es necesario disponer del tiempo necesario para realizar una labor plenamente efectiva…
Durante aquél verano, también contactó con varios psicólogos y consultores independientes, muchos de ellos amigos a los que había conocido en los años precedentes, para enviarles la información pertinente, y al mismo tiempo ofrecerles la oportunidad de participar en el proyecto… Así nació “Tuayudaenlared.com”… En la actualidad, esta página web que cuenta con casi un centenar de colaboradores en toda España, es muy conocida, pero los primeros tiempos no fueron demasiado sencillos…
Primero contactó con los departamentos de orientación al menor del centro de Málaga, y con los profesionales que desarrollaban sus funciones en los centros educativos de Málaga, ofreciéndoles sus servicios como asesoría independiente… Luego, llegó a unos acuerdos con los directores de los centros y con los responsables de las administraciones públicas, para solicitar las subvenciones y los permisos necesarios… Y finalmente, incluyó enlaces con la página web de los centros educativos, al mismo tiempo que ponía carteles en los tablones de anuncios de los centros… y de los cibercafés de toda Málaga y alrededores…
Al principio, no eran más de cuatro personas, incluyendo desde el primer momento a Rómulo Merayo Gómez, Sagra Fernandez Arias y Montse Deu Diez… Ellos fueron los integrantes de la línea dura… Y juntos participaron desde el primer momento en el desarrollo e implementación de la red, y colaboraron incluso en la búsqueda de subvenciones, los contactos con los centros escolares y las pegadas de carteles en los tablones de anuncios… Ahora, mirándolo con la perspectiva que da el paso de los años, comprendo que sin ellos no se hubiera podido comenzar el proyecto…
Todas las noches, al filo de las ocho y media, durante aquél verano del año 2004, se reunían con nosotros en casa, o bien por internet, para ir comentando la evolución del proyecto, aportar nuevas ideas (incluso la distribución de octavillas en la puerta de los centros escolares o la colaboración con las asociaciones de padres de alumnos y profesores nació en una de esas reuniones on-line) y darse ánimos mutuamente…
También colaboraron en los estudios de la viabilidad del proyecto. Pues todos sabemos cómo funcionan las subvenciones en nuestro país, ¿verdad?... No se trata solamente de tener un proyecto interesante y que puede resultar de utilidad, antes hay que demostrar que es viable… Menos mal que, al realizarse las reuniones en casa, utilizando una habitación en la segunda planta, no teníamos que ocuparnos de pagar alquileres, y que las teleconferencias funcionaban con normalidad, que de lo contrario, el nivel de gastos podría haber sido elevado… Realmente, la única compra importante que tuvimos que realizar, pensando en un futuro inmediato y en la máxima adaptación del proyecto, fue un potente ordenador de torre con gran capacidad de almacenamiento y de proceso de datos que quedó instalado en el despacho del ático,, que haría de servidor, y cinco ordenadores portátiles que les permitirían trabajar desde sus casas…
 Del diseño de la web propiamente dicha se encargó nuestro amigo Enrique Krause Buedo, un fantástico informático y genial ilustrador, que también se incorporó al proyecto desde el primer momento, aunque trabajaba en varios periódicos nacionales. Y por fin, el tres de septiembre de 2004, todo estaba listo…
Las primeras semanas fueron bastante duras, no precisamente por el exceso de trabajo, sino por todo lo contrario: los equipos estaban dispuestos para ayudar, en principio de manera altruista; el diseño de la red era perfecto, incluyendo vínculos con asociaciones de padres y alumnos; las octavillas estaban distribuidas… Pero el número de visitas era muy escaso… al igual que las consultas realizadas…
Fue por aquél entonces cuando se les ocurrió anunciarse en la revistas para adolescentes… Y empezaron a llegar las consultas, muchas de ellas por temas amorosos… pero también algunos casos de “mobbing”, de malos tratos… Y también funcionó el “boca a boca”. O incluso el “boca a oreja”…
Y han ido pasando los años… Los éxitos, y algunos fracasos terminados en suicidio, se han ido multiplicando… Las subvenciones han ido llegando, a veces con cuentagotas, pero la web se ha estabilizado… Y aunque siguen sin cobrar demasiado, los colaboradores también reciben un pequeño incentivo por su trabajo, aunque lo que más les llena es la satisfacción del trabajo bien hecho… Incluso han comenzado a colaborar con diversos centros de internamiento de menores, atendiendo a adolescentes  con problemas en su propio idioma…
Y lo más importante, Yolanda, aunque sigue colaborando con algunas asesorías de empresas en la web (que es su principal fuente de ingresos)… es intensamente feliz con el trabajo realizado…

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